Visiblemente molesto por los cuestionamientos de los medios y el público que se desataron tras la eliminación de la Copa Sudamericana, el entrenador de River le dejó una frase más que picante a la prensa que estaba cubriendo el entrenamiento del "Millonario" post-derrota. La gente cada vez más lo marca como el principal responsable y él, en pleno trámite de la renovación de su contrato, estalló. ENTRÁ Y ENTERATE QUÉ DIJO
El partido ante Lanús estaba por terminar y las cosas estaban más que sentenciadas. River, sin chances en el torneo local, perdía la última 'zanahoria': la Copa Sudamericana. La gente, muy enojada, estalló y empezó a criticar a todos. Nadie se salvó. Jugadores, dirigentes y hasta -tácitamente- cargó contra algunas decisiones que tomó Ramón Díaz en este semestre. Primero pidieron a David Trezeguet, 'exiliado' por el riojano en el Newell's puntero, y luego silbaron a las cartas fuertes del riojano.
Aquella imagen impoluta del entrenador, idolatrado por las grandes campañas que realizó en sus anteriores pasos, empezó a resquebrajarse por el mal momento que vive el "Millonario". Ramón, enojado por las críticas de la gente a sus decisiones y de la prensa, se cruzó con los periodistas en la práctica realizada hoy por la tarde y les dejó una frase tajante. "No se olviden que soy riojano, soy de tierra de caudillos y tengo mucho huevo", soltó y se metió en el gimnasio. Se supone que la referencia es para Facundo Quiroga y el 'Chacho' Peñaloza...
Una demostración, al menos dialéctica, de que aún tiene fuerzas para revertir la situación, justo cuando está en medio de la definición de su renovación de contrato. Un Ramón lejano de aquel hombre que supo reírse y 'jugar' ante cada mal trago. Claro, las buenas épocas quedaron lejos y los resultados más aún. Ayer esperó hasta último momento para retirarse del Monumental, a tal punto que fue uno de los últimos en irse del estadio para no tener que cruzarse con la 'masa' "millonaria" embroncada por el pésimo rendimiento del equipo.
"No se olviden que soy riojano, soy de tierra de caudillos y tengo mucho huevo"
Hoy la charla con sus jugadores duró sólo cinco minutos. Un mensaje más que claro luego de una dura derrota, más aún luego de que ayer en el entretiempo realizara los tres cambios que tenía a disposición. Luego su hijo, Emiliano, uno de los apuntados por la gente, tuvo una charla mano a mano con Giovanni Simeone y Federico Andrada; más tarde se juntó con Rodrigo Mora, un hombre que tuvo poco espacio en este proceso, para charlar por varios minutos. ¿El entrenamiento? Apenas un regenerativo y trabajos en el gimnasio. Mañana, desde las 9, Ramón se volverá a ver las caras con sus futbolistas en el predio de Ezeiza, ¿También les dirá la misma frase?
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